Río de Janeiro vive horas de extrema tensión luego de un violento enfrentamiento entre fuerzas policiales y miembros del Comando Vermelho (CV), una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil.

Fotografía: El País 


El choque, ocurrido entre lunes y martes, dejó decenas de muertos y llevó a que toda la Policía del Estado fuera puesta en “prontidão”, una fase de alerta máxima que implica disponibilidad total de los agentes.

Según medios locales, el operativo se originó tras la incursión de facciones armadas en comunidades de la zona norte de la capital fluminense. La respuesta policial desencadenó un intercambio de fuego prolongado y una ola de ataques en distintos puntos del estado.


Aunque la cifra exacta de víctimas varía según las fuentes, algunas estimaciones hablan de más de 60 fallecidos, entre ellos presuntos delincuentes y civiles alcanzados por los enfrentamientos. El gobierno estadual confirmó el refuerzo de patrullas en áreas sensibles y la coordinación con las Fuerzas Armadas para evitar nuevos ataques.


El clima de inseguridad ha generado preocupación entre los habitantes de Río, que temen una escalada de violencia similar a la vivida en otros momentos críticos de la lucha entre facciones criminales y la policía.


Félix Eduardo Cañizalez


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