Un carguero con 2.901 vacas uruguayas, a bordo del buque Spiridon II, permanece varado frente a las costas de Turquía desde hace casi dos meses, generando preocupación por el bienestar de los animales y tensiones comerciales entre ambos países.
Según el Ministerio de Ganadería de Uruguay, se trata de un conflicto comercial entre empresas exportadoras e importadoras, no de un riesgo sanitario. Sin embargo, el bloqueo mantiene a los animales confinados desde hace más de 50 días, en condiciones que han generado alerta internacional. Organizaciones de bienestar animal informaron que al menos 48 vacas murieron durante el viaje, y advierten que la situación podría empeorar si el barco no logra descargar en breve.
El gobierno uruguayo envió alimento adicional al buque para evitar un agravamiento del estado de los animales, mientras continúa gestionando una salida diplomática junto a la embajada en Turquía y la Organización Mundial de Sanidad Animal. Las autoridades turcas y uruguayas mantenían una reunión técnica para buscar una solución, pero uno de los escenarios más preocupantes es que el barco deba regresar a Uruguay. Especialistas señalan que un retorno, después de tantas semanas en alta mar, podría ser fatal para parte del ganado.
El incidente genera inquietud en el sector exportador, ya que Turquía es uno de los principales destinos de ganado en pie desde Uruguay. Un conflicto de esta magnitud podría afectar la confianza comercial y la imagen sanitaria del país, pese a que Uruguay afirma haber cumplido todos los protocolos exigidos para la exportación.
El caso continúa abierto y sin una resolución clara, mientras las autoridades intentan evitar un desenlace crítico para los animales y para la cadena exportadora uruguaya.
Félix Eduardo Cañizalez
