La esperada celebración por el primer título del Paris Saint-Germain en la Liga de Campeones se vio empañada por una ola de violencia que sacudió la capital francesa y otras ciudades del país.
Las principales escenas de violencia se concentraron en los Campos Elíseos y en las inmediaciones del estadio Parque de los Príncipes. Grupos de radicales encapuchados lanzaron fuegos artificiales, incendiaron vehículos, saquearon comercios y se enfrentaron a las fuerzas del orden. En total, se registraron 692 incendios, incluidos 264 vehículos calcinados.
Entre las víctimas mortales se encuentra un joven de 17 años apuñalado en Dax, al suroeste del país, y una mujer que falleció tras ser atropellada por un coche mientras conducía una motocicleta en París. Además, un policía se encuentra en coma inducido tras ser alcanzado por un petardo en la región de La Mancha.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, condenó los actos violentos y calificó a los responsables de "bárbaros y matones". Por su parte, el primer ministro François Bayrou expresó su apoyo a las fuerzas del orden y pidió que las celebraciones se desarrollen en paz.
A pesar de los disturbios, el PSG tiene previsto celebrar su victoria este domingo con una recepción en el Palacio del Elíseo y un desfile por las calles de París. El jugador Ousmane Dembélé hizo un llamado a la calma: "Va a ser increíble en París. Pero, por favor, ¡no rompamos nada! Nada de violencia. Estemos tranquilos, ¡solo estamos celebrando!".
Félix Eduardo Cañizalez
