La situación en Pakistán es crítica debido a una escalada militar con India que ha generado preocupación internacional.

Fotografía: independent.co.uk


El 7 de mayo de 2025, India lanzó una ofensiva aérea denominada "Operación Sindoor" contra supuestas infraestructuras terroristas en Pakistán y en la región de Cachemira administrada por Islamabad. Estos ataques fueron en represalia por un atentado en Pahalgam, Cachemira india, que dejó 26 turistas hindúes muertos en abril. Los bombardeos indios causaron al menos 26 muertos y 46 heridos en territorio paquistaní, incluyendo daños en zonas civiles como mezquitas en Kotli y Muzaffarabad.

Pakistán respondió derribando cinco aviones y varios drones indios, e invocó el artículo 51 de la Carta de la ONU para justificar su derecho a la legítima defensa. El Comité de Seguridad Nacional de Pakistán autorizó una respuesta militar “apropiada” y se ha declarado el estado de emergencia en la provincia de Punjab.


Ambos países poseen arsenales nucleares (India con 172 ojivas y Pakistán con 170), lo que eleva el riesgo de una escalada mayor. Organizaciones como la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) han advertido sobre el peligro de un conflicto atómico con consecuencias globales.


La comunidad internacional ha expresado su preocupación. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha llamado a la moderación, mientras que países como Estados Unidos, China, Francia y Rusia instan a ambas naciones a evitar una escalada del conflicto.


La región de Cachemira ha sido motivo de disputa entre India y Pakistán desde su independencia en 1947, y ha sido escenario de múltiples conflictos. La reciente ofensiva india y la respuesta paquistaní representan la mayor escalada militar entre ambos países en más de dos décadas.


La situación sigue siendo volátil, y la posibilidad de una confrontación de mayores dimensiones mantiene en vilo la estabilidad regional en Asia del Sur.

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