La reciente designación de la exvicepresidenta Beatriz Argimón como embajadora de Uruguay ante la Unesco ha generado tensiones dentro del Partido Nacional.
Algunos dirigentes blancos consideran que la decisión fue tomada sin una consulta adecuada dentro del partido, lo que reavivó críticas internas respecto al reparto de cargos diplomáticos entre figuras con alto perfil político. Además, se cuestiona la oportunidad de la designación en un contexto electoral, donde la visibilidad y neutralidad institucional son temas sensibles.
Desde Torre Ejecutiva, en tanto, se sostiene que la embajada ante la Unesco es un puesto estratégico para la diplomacia cultural y que Argimón, por su experiencia y compromiso con los derechos humanos y la equidad de género, reúne las condiciones necesarias para representar al país ante ese organismo internacional con sede en París.
La Cancillería aún no ha emitido declaraciones formales sobre el proceso, aunque se prevé que el nombramiento sea oficializado en las próximas semanas.
Félix Eduardo Cañizalez