Alejandro Astesiano, exjefe de la seguridad presidencial y figura central en uno de los casos más controvertidos del gobierno de Luis Lacalle Pou, debutó este fin de semana como actor en el Teatro Metro de Montevideo.

Fotografía: Teatro Metro


La función, que agotó entradas días antes, marcó su inesperado ingreso al mundo del espectáculo, generando reacciones divididas en la opinión pública.


El espectáculo, una mezcla de monólogo con tintes de comedia y drama, recorre distintos episodios de su vida, incluyendo guiños a su detención, su tiempo en prisión y su vínculo con la Presidencia. Astesiano, vestido con traje oscuro y visiblemente cómodo sobre el escenario, se dirigió al público con un tono distendido y autocrítico: "Estoy acá porque no tengo nada que esconder", dijo entre aplausos y silbidos.


Entre los asistentes había tanto curiosos como seguidores y detractores. Algunos destacaron su carisma, su capacidad para reírse de sí mismo y transformar la caída en espectáculo. Otros criticaron duramente el evento, cuestionando si figuras involucradas en escándalos públicos deberían recibir espacios de validación cultural. “Es una burla para la ciudadanía”, expresó un espectador que decidió retirarse antes de finalizar la obra.


A pesar de la polémica, la producción ya anunció nuevas fechas en el interior del país, apostando a convertir el caso Astesiano en una gira nacional. Mientras tanto, las redes sociales arden con opiniones enfrentadas, reavivando el debate sobre los límites entre redención, fama y responsabilidad pública.


Con este debut, Alejandro Astesiano reescribe su historia en clave teatral y deja en evidencia que, en Uruguay, la frontera entre política, justicia y espectáculo puede ser más difusa de lo que parece.


Félix Eduardo Cañizalez


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